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La importancia de la limpieza facial

¿Le damos a la limpieza facial la importancia que merece? ¿Sabías que es la parte más decisiva de la rutina cosmética para tener una piel de calidad? Si eres de las que aún no está convencida de lo necesario que es este paso, ¡sigue leyendo!.

El primer paso (y el más importante) para conseguir una piel sana, luminosa y bonita es la limpieza facial:

es completamente necesario tener una buena base de limpieza profunda para que la piel esté limpia de impurezas y toxinas, así como purificada, y cumplir con la rutina tanto por la mañana como por la noche.

Infinidad de veces me han hecho preguntas como: “si me limpio la piel bien por la noche, y luego simplemente duermo, ¿por qué debería limpiarla otra vez por la mañana?”, o “yo no me maquillo nunca, así que por la noche no tengo que limpiarme otra vez la cara porque no me he puesto nada en todo el día”…

Pues bien, la respuesta es que SIEMPRE hay que cumplir con esta rutina dos veces al día, en primer lugar, durante la noche se produce el proceso de renovación celular, haciendo que la piel elimine toxinas y produzca células muertas, por lo que luego hay que eliminarlas.

Por otra parte, y ya que las células de nuestra piel se regeneran durante la noche, debemos limpiarnos el rostro antes de dormir para que este proceso suceda de manera óptima, además, sin la limpieza ningún tratamiento aplicado posteriormente funcionará de manera efectiva porque los activos no penetrarán correctamente, ya sea un sérum, un aceite, o la crema hidratante. Además, independientemente de que nos maquillemos o no, diariamente exponemos nuestra piel a la contaminación ambiental, generando así una gran cantidad de impurezas y toxinas.

Teniendo esto en cuenta, el siguiente paso será elegir el mejor tipo de limpiador facial para nuestro tipo de piel: las limpiadoras en gel y con ingredientes astringentes son adecuadas para las pieles grasas o con tendencia acneica, si la piel es sensible conviene buscar ingredientes calmantes como la caléndula o el aloe, las leches limpiadoras o en bálsamo o aceite son ideales para pieles más deshidratadas o secas ya que ayudan a mantener la hidratación.

Si no lo hacías ya, ¡este es el momento de empezar y notar los cambios positivos en tu piel!.

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